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Arquitectos: Snøhetta ; Snøhetta
- Área: 220000 ft²
- Año: 2019
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Fotografías:Michael Grimm
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Situada en la intersección de dos importantes vías peatonales –Los senderos Polett Walk y Liacouras Walk- y anexada al Campus Principal de Temple, la biblioteca Charles, destinada a un diverso cuerpo estudiantil de más de 39.000 alumnos, se presenta como un nuevo corazón social y académico para la universidad. El edificio se encuentra integrado al tejido de la región norte de Filadelfia, ubicado a tan sólo una cuadra de la calle Broad, la arteria principal de conexión con la ciudad. Dentro de su dinámico contexto urbano, el diseño de Snøhetta, desarrollado en colaboración con Stantec, reinterpreta la tipología tradicional de “biblioteca como depósito de libros”, integrando en la misma una gran diversidad de espacios para actividades relacionadas al aprendizaje y al desarrollo social. Ofreciendo más del doble de áreas de estudio que su predecesora de los años 60 (la Biblioteca Paley), se prevé que este edificio de 220.000 pies cuadrados reúna a más de 5 millones de visitantes por año. Vinculando bajo un mismo techo una gran variedad de disciplinas, recursos académicos y tecnologías de vanguardia, la Biblioteca Charles busca proporcionar de manera progresiva experiencias de aprendizaje equitativas para sus estudiantes, la facultad y la comunidad circundante.
El diseño del paisaje y la estrategia de emplazamiento potencian la sensación de apertura al público. Las generosas plazas se extienden hacia las entradas de la biblioteca e invitan a la gente a ingresar al edificio, proporcionando a la vez espacios al aire libre para las aulas y las reuniones informales. La sólida base del edificio, revestida con secciones verticales de granito facetadas, aluden a los materiales del campus y del contexto circundante. Los grandes arcos de entrada, materializados en madera, interrumpen el volumen principal de piedra para anunciar los puntos de acceso. Las superficies de vidrio permiten la máxima transparencia de las tres entradas principales. Los arcos continúan dentro del edificio, formando un dramático vestíbulo a modo de atrio con tres pisos de altura y una cúpula. Dentro del atrio central hay una zona que funciona 24/7 y espacios de trabajo de computación disponibles para los residentes de Filadelfia. Las entradas abovedadas y las amplias plazas del edificio invitan a todos los visitantes a ingresar. Si bien su inusual geometría manifiesta una identidad distinta a la del sitio, su composición se encuentra en cuidadosa sintonía, dialogando con la escala y los materiales de sus vecinos.
El atrio abovedado que conforma el vestíbulo ofrece visuales hacia todos los rincones del edificio, sirviendo como punto de referencia para encontrar los caminos, colocando a los usuarios en el corazón del edificio. Un óculo tallado en la amplia cúpula revestida de cedro permite que la luz ingrese en el vestíbulo desde los pisos superiores, conectando el remate de la biblioteca con su base. La escalera principal -revestida de acero- es visible desde la entrada, serpenteando hasta el nivel más alto del edificio e invitando a la gente a subir. A medida que las personas circulan por el edificio, la conexión física y visual de los espacios les permite orientarse y contemplar otros sectores, fomentando el uso de todos los recursos del edificio.
A los pies de la escalera principal, un mostrador de servicio integral proporciona una primera conexión entre el personal de la biblioteca y los estudiantes, facilitando el acceso a la colección. Los libros se encuentran alojados en un sistema automatizado de almacenamiento y recuperación de alta densidad (ASRS), llamado cariñosamente "BookBot". Con una altura de cincuenta y siete pies, el espacio de almacenamiento se extiende sobre tres niveles del edificio y actualmente posee 1,5 millones de volúmenes (con una capacidad total de casi 2 millones). Este sistema permite alojar dentro de la biblioteca un gran número de colecciones -usualmente almacenadas fuera del edificio-. Al reducir drásticamente el espacio requerido para el almacenamiento de libros, el BookBot permitió incrementar el espacio destinado al aprendizaje colaborativo, los recursos académicos y los espacios de estudio individuales.
El diseño de la biblioteca aberga múltiples programas y recursos académicos bajo un mismo techo compartido y responde a las nuevas y crecientes demandas de puestos y espacios para trabajar. En el segundo y tercer piso se encuentran el Centro de Apoyo Estudiantil -el cual ofrece tutorías y actividades de ayuda para la escritura-; el Estudio Loretta C. Duckworth, con acceso a sistemas de fabricación digital y tecnologías inmersivas; y el sector de Prensa de la Universidad de Temple. La Biblioteca Charles apuesta a la tecnología móvil, ofreciendo computadoras portátiles y espacios de carga en cada uno de los niveles. Esto libera al edificio de los típicos espacios de trabajo cerrados ocupados por computadoras de escritorio tradicionales, adaptándose a las necesidades tecnológicas de los estudiantes. Más de 40 salas de reuniones y espacios de estudio, ubicados en diversas partes del edificio, se encuentran disponibles para ser reservados por los estudiantes. Recursos tales como tecnologías de punta y espacios de estudio se encontrarán ahora disponibles en una ubicación centralizada y accesible del campus.
La biblioteca posee un programa único y diverso que se adapta a las nuevas necesidades de los estudiantes contemporáneos pero también ofrece una experiencia de investigación inspirada en las bibliotecas académicas tradicionales. La serena y luminosa cuarta planta incentiva a los visitantes a recorrer y revisar de manera personal las estanterías de la biblioteca. Aproximadamente 200.000 volúmenes se alojan en el centro de la sala, mientras que diversos espacios de estudio privados se alinean en su perímetro. Dos amplias salas de lectura equilibran los extremos norte y sur del cuarto piso. Las mismas se encuentran destinadas a actividades y estudios de posgrado y licenciatura. Este nivel, con sus cuatro paredes vidriadas y vistas hacia una frondosa cubierta verde, ofrece un inesperado refugio natural. Concebido como un paisaje de amplias praderas, las hierbas ornamentales y las plantas perennes dan forma a un jardín de lectura del cual emergen flores de diversas especies y pimpollos que resaltan durante todo el año. Los jardines se componen de más de 15 especies diferentes y proporcionan un rico hábitat urbano para los polinizadores a la vez que permiten maravillosas visuales del campus y la ciudad.
Cubriendo más del 70 por ciento de la superficie del techo del edificio –47,300 pies cuadrados-, la cubierta verde de la biblioteca se presenta como una de las más grandes de Pensilvania, jugando un papel fundamental en el control y manejo de las aguas pluviales del sitio. El sector en el cual se emplaza la Biblioteca Charles se encuentra diseñado para capturar y retener el agua de lluvia proveniente del campus de la Universidad de Temple y de parte de la ciudad de Filadelfia -la cual históricamente se ha sobrecargado durante las tormentas a causa de su envejecida infraestructura-. Proyectado para cumplir con los objetivos del Departamento de Aguas de Filadelfia, el sistema de manejo de aguas pluviales de la biblioteca incluyó el diseño de una cubierta verde, plazas y senderos pavimentados -pero permeables- y canteros ajardinados para absorber el agua de lluvia. Se generaron dos cuencas de captación subterráneas que, en conjunto, pueden almacenar y procesar casi medio millón de galones durante las tormentas. En total, el proyecto administra el agua de lluvia de un área de aproximadamente tres acres, con un acre adicional correspondiente a un sector impermeable fuera del predio.
La Biblioteca Charles comprende las necesidades de los estudiantes contemporáneos y la evolución de los modelos de aprendizaje. Al potenciar la conectividad visual y física y la cercanía con los recursos académicos, el diseño fomenta el aprendizaje a través de la interacción social e inspira a los estudiantes a involucrarse con las actividades del edificio. La misma significó una de las mayores inversiones en instalaciones en la historia de Temple. Actualmente, el edificio sirve como punto central de encuentro entre los estudiantes, la facultad, el personal y la comunidad circundante. Destinado a la única universidad pública de Filadelfia, el proyecto marca un momento de transformación no sólo para Temple, sino también para la ciudad y para las bibliotecas académicas de todo el mundo.